Cocina las papas y zanahorias en agua con sal hasta que estén tiernas, pero sin deshacerse. Después, déjalas enfriar.
Corta las papas y zanahorias en cubos.
Pela y pica finamente la cebolla. Si lo prefieres, puedes dorarla ligeramente en aceite de oliva.
En un tazón grande, mezcla las papas, zanahorias, cebolla, aceite de oliva, vinagre balsámico y romero.
Sazona con sal y pimienta al gusto. Sirve caliente o fría.
Consejos para servir y almacenar:
Esta ensalada puede ser un excelente acompañamiento para la comida principal o un snack ligero.
Puede conservarse en la nevera hasta dos días, pero lo ideal es disfrutarla fresca.
Si lo deseas, puedes añadir ingredientes como huevo duro o aguacate para hacerla más completa.
Variantes:
Puedes agregar trozos de pollo o atún para hacerla más sustanciosa.
En lugar de romero, puedes usar tomillo o albahaca.
Para un sabor más intenso, añade ajo o chile picante.
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