4 pechugas de pollo (sin hueso ni piel)
1 taza de pan rallado
1/2 taza de queso parmesano rallado
1 huevo
1 taza de harina de trigo
1 taza de salsa de tomate (preferentemente casera)
1 taza de queso mozzarella rallado
Aceite de oliva para freír
Sal y pimienta al gusto
Albahaca fresca para decorar (opcional)
Preparación:
1. Preparar el pollo: Aplana las pechugas de pollo con un mazo de cocina para que tengan un grosor uniforme. Sazona con sal y pimienta al gusto.
2. Empanar el pollo: En un tazón, bate el huevo. En otro tazón, mezcla el pan rallado con el queso parmesano. Pasa las pechugas de pollo por la harina, luego por el huevo batido y finalmente cúbrelas con la mezcla de pan rallado y queso.
3. Freír el pollo: En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Fría las pechugas de pollo durante 3-4 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes. Luego, retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
4. Hornear el pollo: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca las pechugas de pollo empanadas en una bandeja para hornear. Cubre cada una con una capa de salsa de tomate y espolvorea con queso mozzarella. Hornea durante 10-15 minutos o hasta que el queso se derrita y se dore ligeramente.
5. Servir: Sirve caliente, decorado con hojas de albahaca fresca si lo deseas. Puedes acompañar el pollo a la parmesana con pasta, arroz o una ensalada fresca.
Consejos para servir y almacenar:
Servir: El pollo a la parmesana se puede acompañar con pasta al dente, ensalada de hojas verdes, o incluso sobre arroz.
Almacenaje: Si te sobra pollo a la parmesana, guárdalo en un recipiente hermético en la nevera por hasta 2-3 días. Puedes recalentar en el horno para mantener el pollo crujiente.
Congelar: También puedes congelar el pollo a la parmesana antes de hornearlo. Para hacerlo, coloca las pechugas empanadas y cubiertas con salsa y queso en una bandeja, congélalas hasta que estén sólidas y luego guárdalas en una bolsa para congelar. Para cocinar, simplemente hornea directamente desde el congelador, añadiendo unos minutos extra de tiempo.
Variantes:
Pollo a la Parmesana con albahaca: Agrega algunas hojas de albahaca fresca sobre el pollo antes de hornear para darle un sabor fresco y aromático.
Pollo a la Parmesana picante: Añade un poco de chile rojo picado a la salsa de tomate para darle un toque de picante.
Pollo a la Parmesana con pesto: Sustituye la salsa de tomate por pesto para una versión más aromática y con un sabor más intenso.
FAQ:
¿Se puede hacer el pollo a la parmesana sin freír?
Sí, puedes omitir la fritura y hornear las pechugas de pollo empanadas directamente en el horno a 180°C (350°F) durante 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes.
¿Qué tipo de queso puedo usar para el pollo a la parmesana?
Además del queso parmesano, el queso mozzarella es tradicional para esta receta. También puedes usar queso provolone o una mezcla de quesos italianos para variar el sabor.
¿Puedo hacer pollo a la parmesana con pechugas de pollo congeladas?
Sí, pero es importante descongelar las pechugas antes de empanarlas y freírlas para obtener una textura uniforme.
¿Puedo preparar el pollo a la parmesana con anticipación?
Sí, puedes dejarlo listo para hornear en la bandeja y luego hornearlo cuando lo necesites. Esto es ideal para preparar en grandes cantidades y ahorrar tiempo.
Disfruta de este delicioso pollo a la parmesana, ¡una receta fácil de hacer pero llena de sabor y tradición!
Yo Make również polubił
Pastel de Gasa: Suave y Esponjoso Como las Nubes (¡Sin Polvo de Hornear!)
Helado de Fresa Casero: La Receta Más Fresca y Cremosa para Disfrutar en Casa
Galletas Blandas de Limón: un toque cítrico para tu día
“Muslitos Jugosos con Salsa Irresistible: El Secreto Mejor Guardado”