500 ml de crema de leche
200 ml de leche
3 cucharadas de café instantáneo o espresso fuerte
100 g de azúcar
6 g de gelatina en polvo
1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Modo de preparación:
1. En un tazón pequeño, hidrata la gelatina con 50 ml de leche fría y deja reposar por 5 minutos.
2. En una cacerola, calienta la crema de leche, el azúcar y el café a fuego medio, removiendo constantemente hasta que el azúcar se disuelva completamente y el café se mezcle bien con la crema.
3. Agrega la gelatina hidratada a la mezcla caliente y revuelve hasta que se disuelva por completo. Si usas extracto de vainilla, añádelo ahora.
4. Retira la mezcla del fuego y deja enfriar ligeramente antes de verterla en moldes individuales.
5. Refrigera durante al menos 4 horas, o hasta que la panna cotta esté firme.
6. Sirve fría, acompañada de un toque de crema batida o una pizca de cacao en polvo.
Consejos para servir y almacenar:
Sirve la panna cotta directamente del molde o desmóldala cuidadosamente para una presentación más elegante.
Puedes decorarla con granos de café enteros o chocolate rallado para un toque adicional de sabor.
Guarda la panna cotta en el refrigerador por hasta 3 días. No es recomendable congelarla, ya que podría perder su textura cremosa.
Variantes:
Panna cotta de vainilla: Si prefieres un sabor más suave, puedes sustituir el café por vainilla.
Panna cotta de chocolate: Añade trozos de chocolate derretido a la mezcla para un postre más indulgente.
Panna cotta vegana: Utiliza leche de almendra y crema de coco, junto con gelatina vegana para una versión sin productos de origen animal.
FAQ:
¿Puedo usar café filtrado en lugar de café instantáneo?
Sí, puedes usar café filtrado o espresso, pero asegúrate de que el café esté bien concentrado para no perder el sabor.
¿Puedo hacerla con antelación?
¡Claro! La panna cotta se puede preparar con antelación y se mantiene perfecta en el refrigerador.
¿Es necesario usar gelatina en polvo?
Sí, la gelatina es esencial para darle la textura firme a la panna cotta.
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