- Precalentar el horno: Calienta el horno a 180°C (350°F). Engrasa y enharina un molde para pastel.
- Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, tamiza la harina, el polvo para hornear y la sal.
- Batir los ingredientes húmedos: En otro bol, bate los huevos junto con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Añade la leche, la mantequilla derretida y la esencia de vainilla.
- Unir la mezcla: Agrega poco a poco los ingredientes secos a la mezcla húmeda, batiendo suavemente hasta que la masa esté homogénea.
- Hornear: Vierte la mezcla en el molde preparado y hornea durante 35-40 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro, salga limpio.
- Enfriar y decorar: Deja enfriar el pastel completamente antes de decorarlo con la cobertura elegida. Mi abuela lo decoró con crema batida y trozos de frutas frescas, su toque especial para endulzar aún más el día.
Consejos para servir y almacenar:
- Sirve el pastel acompañado de un poco de té o café caliente.
- Si sobra, guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador. Se mantendrá fresco durante 2-3 días.
- Puedes recalentar las porciones en el microondas por unos segundos para disfrutarlo como recién hecho.
Variantes:
- Añadir ralladura de limón o naranja a la masa para un toque cítrico y refrescante.
- Reemplazar la leche por leche vegetal para una opción vegana.
- Agregar trozos de chocolate o nueces a la mezcla para darle un giro especial
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