El Pastel de Mantequilla que Se Derrite en la Boca: ¡Receta en Solo 10 Minutos!

250 g de harina común

200 g de azúcar en polvo

200 g de mantequilla sin sal, ablandada

3 huevos (80 g cada uno)

1,5 cucharadita de esencia de vainilla

1 cucharadita de polvo de hornear

Una pizca de sal

Modo de preparación:

1. Precalienta el horno a 180°C (350°F) y enmanteca un molde para pastel o cúbrelo con papel manteca.

2. En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar en polvo hasta que la mezcla esté suave y cremosa.

3. Agrega los huevos uno por uno, batiendo bien después de cada adición.

4. Añade la esencia de vainilla y mezcla.

5. Tamiza la harina, el polvo de hornear y la sal juntos, luego agrega poco a poco a la mezcla de mantequilla y huevos, batiendo hasta obtener una masa homogénea.

6. Vierte la masa en el molde preparado y hornea durante unos 25-30 minutos o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio.

7. Deja enfriar el pastel antes de desmoldarlo.

Consejos para servir y almacenar:

Sirve el pastel acompañado de una bola de helado, crema batida o frutas frescas para un toque extra de sabor.

Puedes almacenarlo en un recipiente hermético a temperatura ambiente durante 3-4 días o en el refrigerador si prefieres una textura más firme.

Este pastel también puede ser congelado por hasta 1 mes. Para disfrutarlo, solo debes descongelarlo a temperatura ambiente.

Variantes:

Con frutas: Puedes añadir frutas frescas o secas a la masa, como manzanas, peras o pasas, para darle un toque especial.

Con chocolate: Incorpora chispas de chocolate o cacao en polvo para hacer un pastel de mantequilla de chocolate.

Versión vegana: Sustituye la mantequilla por margarina vegana y los huevos por un sustituto de huevo vegano para una opción libre de productos animales.

FAQ:

¿Puedo usar margarina en lugar de mantequilla?

Sí, puedes usar margarina en lugar de mantequilla, pero ten en cuenta que el sabor será ligeramente diferente.

¿Qué hacer si no tengo azúcar en polvo?

Si no tienes azúcar en polvo, puedes triturar azúcar común en una licuadora o procesador de alimentos hasta obtener una textura fina.