Delicioso postre sin horno ni harina: ¡el bocado perfecto para cualquier ocasión!

300 g de galletas tipo María o galletas digestivas

500 ml de nata para montar (crema de leche)

200 g de leche condensada

100 g de chocolate blanco

1 cucharadita de esencia de vainilla

Frutas o nueces para decorar (opcional)

Preparación:

1. Tritura las galletas hasta obtener un polvo grueso. Reserva.

2. En una cacerola, derrite el chocolate blanco a fuego lento, luego añade la nata para montar y la leche condensada. Remueve hasta obtener una mezcla homogénea.

3. Agrega la esencia de vainilla y mezcla bien.

4. En un molde rectangular, coloca una capa de galletas trituradas y cubre con una capa de la mezcla de chocolate y nata.

5. Repite el proceso hasta terminar con una capa de crema.

6. Deja reposar en el refrigerador durante al menos 2 horas, o hasta que esté bien firme.

7. Decora con frutas o nueces si lo deseas y sirve frío.

Consejos para servir y almacenar:

Este postre es ideal para hacer con antelación, ya que cuanto más tiempo repose en la nevera, mejor se asienta la textura.

Guarda las sobras en el refrigerador por hasta 3 días.

Puedes cortar el postre en porciones individuales para servir más fácilmente.

Variantes:

Sustituye el chocolate blanco por chocolate negro para un toque más intenso.

Agrega una capa de mermelada de frutas o dulce de leche entre las capas para variar el sabor.

Si prefieres una versión sin lácteos, puedes usar nata vegetal y leche condensada sin lactosa.

FAQ:

¿Puedo usar otro tipo de galletas?

Sí, puedes usar galletas de chocolate o galletas integrales según tu preferencia.

¿Este postre puede ser congelado?

Sí, puedes congelar el postre antes de decorar, y luego descongelarlo en la nevera para servir.

¿Puedo hacerlo sin el chocolate blanco?

Sí, si prefieres una versión más ligera, puedes omitir el chocolate blanco o sustituirlo por cacao en polvo.